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El Quijote, mucho más que una parodia de los libros de caballerías

Don Quijote, el caballero exagerado

Duración:
45 min
Agrupamiento:
Cinco equipos. En conjunto.

El equipo NOBLEZA dirige la sesión.

Consulta el muro de investigación en Padlet sobre el origen de la novela y complétalo con referencias que sean realmente útiles acerca del género de las novelas enmarcadas, después de revisar y comentar las que ya hay.

El genio de la novela en que cabe la vida entera

Como acabamos de comprobar, Cervantes es el genio que renovó todos los (sub)géneros de la novela europea, tanto los que surgieron de la Historia peninsular: novela picaresca y novela morisca; cuanto aquellos que se habían ido formando a través de las demás lenguas románicas (procedentes del latín) y germánicas (procedentes de los pueblos bárbaros): la novela cómica popular, el mundo bucólico o pastoril, así como las formas supervivientes de la novela griega o bizantina. 

Si solamente hubiera escrito las Novelas ejemplares, sería conocido como la persona que introdujo la novela cortesana en España, quien utiliza los temas y los personajes de todos esos géneros anteriores, además de ofrecer un retablo de la sociedad española.

Otra gran autora de su época, que escribió unos veinte años después: María de Zayas, no se conformó con que las novelas cortas o las historias autónomas (las novelas en sentido etimológico, a la italiana) se sucedieran unas a otras, sino que imaginó una historia para enmarcarlas todas ellas, como habían hecho sus mejores predecesores. En la introducción a las Novelas amorosas y ejemplares, un grupo de mujeres acompaña a su amiga enferma (Lisis) y convoca a unos cuantos hombres para celebrar la Navidad ("Nochebuena y los demás días de Pascua"). Boccaccio en el Decamerón imagina que un grupo de jóvenes huye de la ciudad de Florencia, asolada por la peste, para reunirse en una finca cercana y entretenerse entre ellas y ellos, jugando y contando historias por turnos. Geoffrey de Chaucer (Cuentos de Canterbury) sitúa la historia que engloba a las demás en el camino de Londres al santuario de Canterbury, de modo que quienes se retan a contar cuentos son peregrinos, mujeres y hombres.

Sherezade y el sultán
Sani ol-Molk, apróx. 1850. Sherezade y el sultán (CC0)

Antes que todos ellos, quizá recordéis la historia de la esclava Sherezade y su lucha por salvar a las mujeres y sobrevivir ella misma una noche más, y otra, mientras el sultán Shariar no se canse de escucharla. Es el cuento que da comienzo y sirve de marco a Las mil y una noches.

Pero Cervantes no se conformó con eso. Una de las maravillas del libro más leído después de la Biblia, el Quijote, es que su autor utiliza las historias y el lenguaje de todos esos géneros heredados para dar forma a la novela moderna, en la que caben todas las formas de expresión con que se representa la vida humana en una época.

El caballero exagerado

Como veremos en una sección específica del proyecto, Don Quijote comienza por ser un loco que se toma en serio las ficciones más inverosímiles de su época: los libros de caballerías. Sin embargo, según avanza la novela, el caballero se va topando con muchas realidades históricas y tiene que reaccionar ante ellas de acuerdo con su locura: las normas de la caballería y las reglas del amor cortés que se habían mantenido durante la Edad Media.

Ahí está la gracia del asunto. Don Quijote es un caballero exagerado que se rebela contra todo lo que no le encaja en el mundo real, por ser injusto o por ser simplemente histórico, y un amante tan elevado que niega la realidad material, corporal y humana de su amada. Todos los sucesos que se encadenan a su paso son historias que le pasan, pero no pasan sin que provoquen su efecto: un aprendizaje en los lectores y las lectoras, pero también, a pesar de su obcecación y su fanatismo, un cambio de conciencia en el propio héroe.

Algunos piensan que Don Quijote, al igual que el protagonista del Guzmán de Alfarache, solo aprende que la vida es desengaño, al modo en que se entendió tal concepto durante el Barroco: el pesimismo radical acerca de las ilusiones y los motivos que mueven a las personas en el mundo real; el hundimiento de las esperanzas en este mundo, de manera que no hay solución que no sea el Más Allá.

Otros entienden que la negación de la realidad y el fanatismo con que Don Quijote se enfrenta al mundo se va abriendo dificultosamente a la percepción de la realidad: las causas y los efectos, la explicación racional de los hechos, las historias de vida que comparten y son la identidad real de las personas con quienes se encuentra, aunque sean sus enemigos. La bonhomía que alienta a Don Quijote prevalece sobre las ilusiones, pero también sobre el pesimismo.

Además, allí donde Don Quijote no llega a tomar conciencia de la realidad, quienes le acompañan desde el otro lado del espejo pueden añadir lo que falta, de acuerdo con el humanismo de Cervantes o en consonancia con los derechos humanos y el sentido de la justicia en nuestra época. 

Reflexión

1. Según lo que llevamos leído, ¿qué piensas que hizo Cervantes con los llamados libros de caballerías? ¿Los imita, se burla de ellos o ambas cosas?

2. Intenta clasificar todas las historias insertas como episodios del Quijote que hemos conocido en: "novelas románticas o idealistas" y "novelas cómicas o realistas". ¿Qué dificultades encuentras para etiquetarlas de un modo u otro?

3. Resume lo que hemos aprendido hasta ahora sobre el mundo del Quijote y nuestro mundo:

3.1. ¿Te parece justa y/o oportuna para la sociedad española la expulsión de los moriscos?

3.2. ¿De qué sirve la violencia extrema en la represión contra los galeotes y contra los bandoleros? ¿Qué alternativas propones?

3.3. Frente a la misoginia y el odio que exhibían muchos varones, ¿cuál era la defensa de Marcela?

Aguafuerte sobre Don Quijote
Félix de Braquemond. La visión de Don Quijote. Aguafuerte basado en un dibujo de Goya (CC0)

Debate: la ley de los celos

Duración:
45 min
Agrupamiento:
Cinco equipos. En conjunto.

Puede que en cursos pasados hablarais acerca de los mitos y los ritos del amor cortés en la Europa medieval y caballeresca. Viene al caso recordarlo, porque Don Quijote pretende convertirse, además de en caballero, también en modelo (exagerado y burlesco) del amante cortés. 

El mal querer

Si nunca has oído hablar del tema, nos puede servir de ayuda para conocerlo nada menos que la producción musical de Rosalía, titulada El mal querer (2018). Los capítulos del disco reproducen el proceso sufrido por la protagonista del Roman de Flamenca (siglo XIII): Augurio, Boda, Celos, Disputa, Lamento, Clausura, Liturgia, Éxtasis, Concepción, Cordura y Poder.

Rosalía. Pienso en tu mirá (cap. 3: Celos)

Tanto en la novela, escrita en verso y en lengua occitana, como en el disco de Rosalía, la mujer se debate contra los designios de un marido celoso, quien contraviene las reglas del amor cuando, poseído por los celos, ejerce violencia sobre ella y la encierra en una torre.

A diferencia de lo que pudiéramos imaginar, el amor cortés en el Medievo surgió como una contracultura que se oponía al matrimonio instituido y consagrado por la religión, en la medida que se establecía como un contrato feudal entre varones y, además, otorgaba dominio a los hombres sobre el cuerpo y la sexualidad de las mujeres. Los amantes corteses desafían el poder del señor feudal cuando llaman "dueña" o "dueño" (donna, midons; origen de los vocablos dona, en catalán, y madonna, en italiano) a su esposa. Entre las mujeres de la corte feudal y los trovadores (o trovadoras, que también las hubo), se origina una cultura del amor como religión, ajena o contraria a los cánones, y que, en consecuencia, fue considerada herética por la jerarquía de la Iglesia, condenada y perseguida bajo diversos nombres: catarismo, adamismo, etc.

El Roman de Flamenca denuncia una concepción errónea del amor como posesión. El disco de Rosalía reproduce el proceso de los celos, el encierro, la sanción del celoso y la liberación de la mujer, a quien se considera igual al hombre. 

La justificación de los celos

Es probable que te haya parecido inverosímil y chocante que las distintas versiones del amor cortés, tanto las que reproducen el ritual feudal de vasallaje, situando a la señora en lugar del señor; cuanto las que propugnan la igualdad entre los amantes, coincidan en condenar los celos. ¿Acaso no son naturales y comunes entre los amantes de cualquier cultura?

Todo lo que sentimos los seres humanos es una creación cultural. Los orígenes de los celos pueden rastrearse en la literatura hasta la Biblia (los profetas del Antiguo Testamento) u otros mitos de distintas culturas (por ejemplo, los celos destructivos que acarrean la destrucción de Troya), y su actualidad en la música popular, desde el flamenco (razón por la cual escoge Rosalía el Roman de Flamenca como referente paradójico) al reggaetón.

Sin embargo, la fuente más poderosa para justificar los celos en una pareja no es otra que el romanticismo del siglo XIX y, en general, el modelo burgués y occidental que construye la mujer ideal como un "ángel del hogar", encerrada en casa a cargo de los niños y disponible para el placer sexual de un solo varón, por contraposición con el hombre entregado a su profesión pública, su trabajo y sus placeres. 

Guía de la buena esposa
Sección Femenina, 1953. Guía de la buena esposa (durante el franquismo) (CC0)

Los torneos: celos entre varones

Todo lo dicho hasta ahora no significa que las reglas del amor cortés en la Edad Media fabricasen un mundo perfecto, como el reino de Arturo y los caballeros de la mesa redonda en Camelot, que forma parte de la materia de Bretaña en las leyendas medievales.

En la medida que seguía tratándose a las mujeres como objetos pasivos del deseo masculino, el hecho de que varios pretendientes desearan el mismo objeto y no se reconociera a las mujeres el derecho y la capacidad de decidir sobre sus propias vidas, producía una rivalidad violenta entre los varones, de forma inexorable, como si fuera un destino ciego.

En ese marco adquieren sentido los torneos medievales, donde los caballeros demostraban su valor para ganar, supuestamente, el favor de una dama; o sencillamente, para competir y eliminar a un contrincante.

Torneo
Grabado bávaro del siglo XV (CC0)

Los celos de Don Quijote

Don Quijote tiene una actitud paradójica respecto a las mujeres, lo que comprobaremos en una sección del proyecto. Lleva siempre su amor por Dulcinea en la boca y trata a todas las mujeres que encuentra en su camino como a damas de un libro de caballerías. 

Sin embargo, otra constante a lo largo de la novela es la violencia con que el caballero andante se manifiesta siempre que se tropieza con un rival; o, sencillamente, cuando se inventa una rivalidad. Muchas veces, el motivo alegado por Don Quijote para provocar un reto o para entrar al ataque es que otros caballeros, supuestos o inventados, no han expresado correctamente su devoción hacia la señora Dulcinea, por ignorancia, por error o porque no lo toman en serio. Su vida es un constante torneo: en la Primera parte, contra los gigantes (cap. 8), el vizcaíno (cap. 8 al 9), los yangüeses (cap. 15), las cabras y sus cabreros (cap. 18), con la Santa Hermandad y los galeotes (cap. 22), una procesión de penitentes (cap. 52); en la Segunda parte, con el Caballero de los Espejos (el bachiller Sansón Carrasco, cap. 12 al 15), contra los leones, aunque no le hacen caso (cap. 17), con el supuesto engañador de la hija de la dueña Rodríguez, que acepta casarse sin necesidad de combate (cap. 56), con unos toros bravos (cap. 58), contra el Caballero de la Blanca Luna (el mismo bachiller Carrasco), que le vence (cap. 64).

Guía para el debate

1. ¿Crees que los celos manifiestan amor por una persona o, por el contrario, expresan una amenaza contra su libertad? 

2. ¿A qué crees que se debe la agresividad empleada por Don Quijote cuando proclama su (presunto) amor por Dulcinea? 

3. ¿Has asistido a alguna pelea entre machos por una hembra? ¿Qué sensaciones te provoca?

4. La lógica de la rivalidad lleva implícito el supuesto de que el vencedor de un torneo tiene derecho a la mujer como recompensa, sea cual sea su voluntad real. ¿Te parece justo o injusto?

5. ¿Qué ocurrirá cuando la mujer etiquetada como recompensa pretenda vivir con libertad?

6. Hay quien sigue diciendo que la causa de los celos es la infidelidad amorosa y se culpa a la (o el) amante infiel de la violencia provocada entre los rivales: recuerda a Helena de Troya, la reina Ginebra de Camelot  o el mito de Carmen. ¿Qué opinas?

Los combates y torneos del celoso caballero Don Quijote